Por los espacios naturales de Soria (2ª parte)

Espacios naturales de Soria (2ª parte)

 

El acebal de mayor extensión de la Europa del Sur se encuentra en Soria, en Garagüeta. Ocupa casi 180 hectáreas y se adentra por los pueblos sorianos de Torrearévalo, Gallinero y Arévalo de la Sierra. Los acebos, que conviven con hayas, robles y otros árboles, tienen una altura excepcional. En el acebal conviven cuervos, zorzales, urracas, corzos...Los frutos rojos del acebo son su alimento.

El Cañón del Río Lobos es otro de los lugares imprescindibles para el visitante que busca naturaleza pura en Soria. Es una garganta esculpida por paredes de más de cien metros, que forman un ecosistema bienaventurado. Fue el primer lugar declarado Parque Nacional, en 1985, de la comunidad castellano leonesa. En él confluyen la flora y la fauna mediterránea y del Norte. El subsuelo está inundado de acuíferos con bellas estalactitas y estalagmitas. Para los amantes del buceo es uno de los lugares más atractivos en Europa. A la entrada del parque, el Castillo de Ucero, morada de monjes guerreros, recibe a los visitantes. La ermita de San Bartolomé, con sus símbolos numéricos y esotéricos, destaca en este enclave prodigioso. Es también el refugio de la mayor colonia de buitres leonados de la provincia. El  águila real, los halcones peregrinos, los azores, el búho real, el mochuelo, son algunos de sus habitantes.

Acebal

En el sureste de Soria, en las extensas llanuras rojizas del municipio de Arcos de Jalón, se extiende un lugar llamado Cerro Pelado. Es la primera Reserva Paleontológica Nacional, declarada en 1992. Aquí se han descubierto fósiles de micromamíferos del Terciario, como équidos, gacelas y roedores que vivieron por estos parajes hace cuatro millones de años.

 

 

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